Llámame tímido del copón, pero me cuesta pedir algo a alguien que no conozco.
Así que este año voy a poner remedio a ese estúpido miedo.
Desde el 1 de enero de 2016, cada día me hago una foto con una persona desconocida.
El único requisito es que nunca antes hayamos coincidido o conversado.
Creo que con un simple selfie ganamos los dos. Yo intento sorprender y alegrar el día a esa persona, y ella sin saberlo me ayuda a superar un miedo.
Muchos días no me apetecerá fotografiarme con nadie y algunas personas se negarán, con todo el derecho del mundo, a hacerlo. Con lo cuál, esto promete.
Si no me rindo, al final del año guardaré un buen recuerdo de esas 366 personas, habré hecho nuevos amigos y tendré menos miedo a preguntar.
Y es bastante probable que esos pequeños detalles diarios me hagan más feliz.
Está claro: #UnSelfieLoCuraTodo
Estas sonat! Jajaja
Sort crack! Segur que t’enduras un munt d’experiències 😉
Pues si vienes por Torrevieja, te espeto para ese selfie.
Por cierto, me gusto mucho tu articulo sobre los conductores de autobus. Diste en el clavo, pero podrias escribir un libro con nuestras vivencias, daria para mucho. Jajajaja. Un saludo.