Como dice el gran Valentí Sanjuan, el ser humano es la polla. Es capaz de realizar cualquier acción que se plantee si sabe reunir los ingredientes mágicos: ilusión, pasión, coraje y cojones. La semana pasada vi en su canal de YouTube el magnífico vídeo de Janette y Alan, la pareja de «ancianos» que, tras superar un cáncer, decidieron correr 365 maratones en un año, en 2013. La enfermedad la padeció la mujer, de 64 años. Su marido, de 68, la acompañó sin fallar ni un sólo día. Al final, hicieron una maratón de regalo: la 366, el 1 de enero de 2014. Con 70 tacos.
He de confesar que me cayeron algunas lágrimas viendo las imágenes y escuchando la narración de Valentí. Fue un grito a la vida, al amor, a la superación, un ejemplo para todos, el vídeo que cualquier entrenador de futbol pondría a sus jugadores minutos antes de salir a disputar la final de la Champions. Lo vi a las 23:40h de la noche de un jueves. A las 6h de la mañana siguiente, sin tenerlo previsto, mis ojos se abrieron como platos y mi cabeza me dijo que debía salir a correr. Por respeto a esas dos admirables personas mayores. Así lo hice, y aproveché para pensar en esos sueños que me gustaría cumplir algún día. Que cumpliré algún día. Sueños tal vez menos ambiciosos que el de Janette y Alan. Pero sueños, al fin y al cabo. Son estos.
1. Hacer la vuelta al mundo
Preparando este reportaje de El Ideario conocimos las increíbles historias de algunos viajeros que lo dejaron todo por cumplir su sueño: viajar por todo el mundo durante 2,3, 4 o los meses que hicieran falta. Con coraje, valentía, a veces sólos, como Francesc. ¿A quién no le gustaría hacer lo mismo y sentirse como Willy Fog? A nosotros también. Para cumplir este sueño hacen falta algunos ahorros y mucho tiempo. Cuestión de prioridades, vaya. Antes de 2020 lo lograremos. Para ello no estaré sólo, me acompañará un corazón en persona llamado Janira.
2. Correr una maratón y terminar un Ironman
La mayoría de gente que ha vivido la bonita experiencia de correr 42 Km dice lo mismo al acabar: qué pasada. Y los que además de correr, nadan (3’8km) y pedalean (180km) en los Ironman, también. Es, sin duda, un reto de superación personal que requiere mucho esfuerzo, constancia y cabeza. Espero poder hacer lo primero antes de 2015 y lo segundo antes de 2017. La mayor distancia que he corrido hasta ahora son 21Km el pasado verano, en Menorca. En febrero lo voy a repetir en la próxima Media Maratón de Barcelona. Por falta de runners que motiven, como el propio Valentí, Josef Ajram o Víctor Tasende, no será.
3. Disfrutar de un crucero con toda mi familia
Por suerte, tengo varios hermanos y hermanas y, por tanto, una familia numerosa. De vez en cuando podemos juntarnos todos -somos unos 20, en total-, pero nunca hemos vivido una experiencia colectiva de 5, 6 o 7 días como lo sería un crucero por el Mediterraneo. Es algo que nos hará muy felices a todos, grandes y pequeños, pero sobre todo a mi madre. Algún día lo conseguiremos, mamá.
4. Participar en unas olimpiadas como jugador de billar
Llevo unos cuántos años sin competir, pero sé que volveré en cuánto pueda. El billar es para mí el deporte más bonito que existe, aquí ya os hablé de él y de los paralelismos que tiene con la vida. Cumplir este sueño será muy complicado porque no depende 100{8c9b915fbf6f12551ffa1b16d89db8faa3555cdde133987868bd62e10645910d} de mí. Primero debe reconocerse como deporte olímpico (no entiendo porque no lo es aún) y después he de luchar para alcanzar el nivel necesario. Muy pocos jugadores pueden dedicarse profesionalmente al billar. En España no más de 10; en el resto de Europa, Estados Unidos y Filipinas, algunos más. Un sueño muy difícil de cumplir, pero no imposible. Cuando llegue el día espero poder vivir la experiencia con mi gran amigo -o sexto hermano- Miguel Gener.
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